Una colonia controlada de gatos es un espacio generalmente situado en una zona urbana en la que conviven una serie de gatos que son alimentados, esterilizados y cuidados. En colonia Felina la Navata te invitamos a colaborar con nuestra colonia.
Si encuentras un gato merodeando solo, suele ser o un gato extraviado o un gato abandonado.
¿Por qué hay menos gatos por las calles?
En realidad no tenemos un número exacto de cuántos gatos vivían antes en grandes ciudades, y cuántos ahora. Pero el territorio ha cambiado.
Ahora apenas hay espacio en los que los gatos pueden vivir a sus anchas; sendos campos han dado paso a altos edificios y carreteras altamente transitadas.
El peligro al que un gato callejero se expone a diario en una ciudad es cada vez más alto. Los atropellos de coches, las enfermedades y el maltrato de las personas son las amenazas constantes a las que un gato callejero está sometido.
¿Dónde están los gatos callejeros que sobreviven?
Afortunadamente, existen espacios en los que se puede crear un entorno mínimamente favorable para los gatos callejeros, son las colonias controladas.
Una colonia controlada es un lugar (patios internos, descampados, etc.) en el que conviven varios gatos callejeros. Habitualmente gracias a la ayuda desinteresada de personas, estos gatos disponen de comida y agua para subsistir, son esterilizados y reciben los cuidados necesarios para las enfermedades que contraen.
¿Cómo se forman las colonias de gatos?
La manera en que surgen las colonias puede ser muy diversa. El gato, como animal territorial, suele buscar un espacio en el que contar con lo que necesita para sobrevivir (especialmente alimento). En el caso de nuestra colonia fueron traídos hace más de 25 años para exterminar a las ratas.
Alimentar, esterilizar y cuidar de los gatos callejeros
Para evitar atropellos o que el gato vaya rondando por las calles y se encuentre con gente con muy malas intenciones (por decirlo finamente), las personas que colaboran en las colonias controladas les proporcionan alimentos en espacios seguros.
Como los vecinos no siempre están de acuerdo con convivir con gatos callejeros, lo óptimo es procurar que el espacio que ocupan estos gatos esté limpio. Por ejemplo, nuestra comida suele ensuciar más que el pienso seco. No darle nuestras sobras también evita que el gato coma algo que le resulte tóxico.
Otro de los problemas que suelen darse en las colonias es el aumento de población. Esto no sería una problemática si los gatos pudieran vivir en un entorno natural, somos nosotros los que ocupamos todo el espacio.
Pero como esto es un hecho, para evitar nuevos gatos y permitir cierto control de las colonias, los responsables se encargan de aplicar métodos como el TNR (capturar-esterilizar-soltar).
A grandes rasgos se trata de:
Es importante tener en cuenta que un gato callejero no suele adaptarse a un entorno doméstico, con lo que el objetivo no es llevarse el gato a casa, sino permitir que sobreviva en su entorno.
Dado que prácticamente es imposible asegurar que todos los gatos callejeros van a gozar de una salud estupenda y nadie les va a hacer daño, la esperanza de vida de estos gatos es mucho menor que la de los domésticos. Pero la idea es hacer que el tiempo que vivan, lo puedan hacer con dignidad y con el mínimo peligro posible.
¿Cómo colaborar con una colonia controlada de gatos callejeros?
La gente que ya está colaborando con nuestra colonia en cuestión te guiará sobre cómo puedes ayudar tú también: participando en los turnos de alimentación de los gatos, ayudando a capturarlos y esterilizarlos, dándoles alimentos, limpiando la zona, montando casetas para los gatos, con aportaciones económicas, etc.
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